miércoles, 9 de diciembre de 2009

Kiss me, deadly. El beso mortal (1955)



Kiss me, deadly (El beso mortal)


Director: Robert Aldrich.
Guión: A.I. Bezzerides, según novela de Mickey Spillane.
Fotografía: Ernest Laszlo.
Música: Frank De Vol; canción interpretada por Nat King Cole.
Intérpretes: Ralph Meeker, Albert Dekker, Paul Stewart, Cloris Leachman, Maxine Cooper.
Nacionalidad: USA, 1955.
Blanco y Negro, 106 minutos, 1.66:1.


Este lluvioso fin de semana decidí acudir a mi filmoteca personal. La verdad es que tengo almacenados un montón de DVD's y decidí desempolvar algunos, como "White heat" (Al rojo vivo, Raoul Walsh, 1945) y la que hoy nos ocupa, "El beso mortal."


Robert Aldrich (1918-1983) decidió adaptar la novela "Kiss me, deadly" (titulada en tierras hispanas "Red Siniestra",1952) de Mickey Spillane, aunque consideró que la trama era algo enrevesada y se producían un sinfín de muertes por un mero caso de drogas. El director decidió variar el final, aunque en el film la trama también es poquito enrevesada, lo que obliga al visionador estar muy atento.

Lo más grande de esta película es la impecable caligrafía cinematográfica de la cinta (maravillosos contrapicados, excelentes encuadres, un magnífico uso de la profundidad de campo...), la grandísima interpretación de Ralph Meeker (la más grande de su vida) y una monumental fotografía en blanco y negro de Ernest Laszlo, que hace recordar joyas como The Maltese Falcon (El halcón maltés, 1941).

La verdad es que podría estar lanzando verborrea escrita sin parar sobre tamaña joya cinematográfica. Con un presupuesto de 410.000 dólares se creó una obra maestra del cine negro, (del cine de serie B y de ciencia ficción; por el precio de uno llévese tres) Aunque el año de su estreno solamente recaudó 882 dólares en Estados Unidos.

Ralph Meeker da vida al detective privado Mike Hammer, creado por el escritor Mickey Spillane (1918-2006) en la novela de 1947, "I, the jury" (Yo, el jurado). Hammer aparecería en un total de trece novelas entre ellas "Kiss me, deadly". Spillane fue acusado de sexista, ultraderechista y pornográfico por los medios de su país, ya que en sus novelas, aparte de la naturaleza violenta y sexual de sus historias, presentaba a la mujer como un mero objeto sexual. A pesar de todo lo anterior, sus libros son muy entretenidos, pura novela negra, y el personaje Mike Hammer, (junto con Sam Spade y Philip Marlowe) se ha convertido en el paradigma de detective duro cuya ética personal es más importante que las convenciones legales de la sociedad. Aunque Hammer poco tiene que ver con Spade y Marlowe, le falta empatizar con el público. En palabras de Antonio Santamarina: “La preocupación por obtener beneficio propio de la investigación que lleva a cabo y el desprecio a las normas de cualquier código de conducta que no se funde en su propio egoísmo convierten al protagonista en un participante más de la podredumbre moral del país; impide, además, la existencia de un punto de vista moral que guíe su actuación y lo incapacita para cumplir la función ética de testigo frente a los espectadores.”

"El beso mortal" es una cúspide absoluta del cine negro americano. Digna de entrar directamente en el Olimpo de los grandes finales míticos del celuloide (¿Qué llevaban Vincent y Jules en el maletín durante todo el metraje de Pulp Fiction? Tarantino, seguramente visionó este film. Aunque también el amigo George Lucas porque ¿Qué se hallaba en el interior del Arca perdida?).

El comienzo del film es uno de los más inquietantes de la Historia del Cine, y no han pasado ni tres minutos de metraje cuando ya comenzamos a sumergirnos en una espiral de tensión, violencia y sadismo. Sus primeras constantes: El movimiento contínuo, ningún personaje permanece quieto más de diez segundos. Aunque también nos encontramos un "macguffin", un objeto que irrelevante al principio, va adquiriendo una entidad más que reveladora y se convierte en algo esencial al final del filme.

La gran interpretación de Ralph Meeker es perfecta, ofreciendo un personaje chulesco, machista y desagradable que, ocasionalmente, muestra rasgos de compasión y simpatía. Todas las mujeres que se acercan a Mike Hammer caen en sus brazos, pero no más allá de sus brazos, la tensión sexual es subyacente pero inconsumable.
A medida que se desarrolla el argumento, el detective va cambiando sus motivaciones, primero tratando de desvelar el motivo del asesinato de Christina, después anhelando cínicamente el dinero que pudiera llevar aparejado a la investigación sobre su muerte y, por último, persiguiendo a aquella a la que desea.

Película con un aura pesadillesca y bizarra, de ambientación oscura, confusa y envilecida, con una atmósfera asfixiante. Aldrich nos lleva de viaje a través de un "tour de force" al mismísimo apocalipsis, con un Mike Hammer más violento y psicótico que los tipos a los que persigue.
Clásico inexcusable, un peliculón realizado con pocos medios pero con tanta clase, estilo e interés que resultan asombrosos. El film fue prohibido por la censura franquista en España. En el Reino Unido, la importantísima escena de la tortura a Cloris Leachman fue eliminada en su estreno.

En 1984, Alex Cox recupera la misteriosa caja de ésta cinta en la extravagante y floja "Repo-Man."

El gran Aldrich ha influído a tantos y tan variados cineastas posteriores que resulta hasta contradictorio, desde la Nouvelle Vague, pasando por Walter Hill y colectivos gays hasta el mismísimo Quentin Tarantino.

"El detective Mike Hammer recoge a una autoestopista en la noche, al poco son interceptados por unos acosadores y, tras torturar a la muchacha, los tiran por un precipicio... Hammer sale indemne y, tras recuperarse, no descansará hasta aclarar lo sucedido."





miércoles, 2 de diciembre de 2009

Jacinto Molina Álvarez, álter ego: Paul Naschy.


El lunes por la noche falleció, a la edad de 75 años, Paul Naschy víctima de un cáncer. En nuestra retina se quedan más de cien filmes que nuestro licántropo hispano protagonizó. Un coloso del cine nacional, poco reconocido por nuestra casposa industria hispana, al igual que el gran Jess Franco. Tal vez muchos seguidores de nuestro cine discurran que Naschy es un actor menor o que sus filmes son cutres, pero en muchas de aquellas películas de serie B se respira cine real, cine de bajo presupuesto realizado con el corazón y las entrañas, algo que le falta a muchas de las películas que concurren a los premios Goya.

Jacinto Molina Álvarez nació un 6 de septiembre de 1934 en Madrid. Creció durante la dura Guerra Civil española, salvándose de ser fusilado después de que su propio hermanastro le denunciase. Estudió Arquitectura y Ciencias Exactas (aunque nunca terminó), trabajó como escritor de novelas de vaqueros, fue dibujante para discográficas y hasta llegó a ser campeón de España en levantamiento de pesas en 1958. Su impresionante físico fue lo que le llevó a trabajar como extra en el film rodado en España, "Rey de Reyes" (Nicholas Ray, 1961). Decidió dedicarse al cine depués de visionar "Frankenstein y el hombre lobo" (Roy Williem Neill, 1943) película que le marcó. Aunque en sus memorias, "Cuando las luces se apagan"(Fundación A.I.S.G.E. / T&B Editores), recordaba que la primera película de terror que contempló, era en realidad apta para todos los públicos: "Blancanieves y los siete enanitos" (David Hand, 1937) "Y me dio tanto miedo la bruja que me hice pis en los pantalones".

Figuró como extra en el film "55 días en Pekín" (Nicholas Ray, 1963), y tras varios rodajes como figurante, escribe el guión de "La marca del hombre lobo" (Enrique López Eguiluz, 1968) que además protagoniza. En ese punto comienza su verdadera carrera, pero cuando el film se estrena en Alemania, el distribuidor germano le obliga a cambiar el nombre por otro más comercial, de cara a la venta de las películas en otros países. Nace Paul Naschy, que en éste film interpreta al licántropo Waldemar Daninsky, (Waldemar era el nombre de un levantador de pesas húngaro). Comienza así una extensa carrera cinematográfica, buena parte de la cual corresponde al citado personaje de Daninsky, de hecho encarnó en 14 filmes al licántropo, "Me fascina, es muy humano y fatalista", "Hacer de hombre lobo exige una gran fuerza física y capacidad de actuación. No hay nadie así en el cine español. Bueno, tal vez Javier Bardem", aseguraba Naschy.

Nunca se arrepintió del cambio de nombre: "Nunca me he arrepentido de ese cambio. Sería desagradable renegar de él". Trabajó constantemente sin descanso, hasta completar más de cien filmes. Encarnó al Conde Drácula, la momia, demonios, zombies, jorobados, a cualquier personaje que le resultara atractivo. De ahí el sobrenombre de "El Lon Chaney español", por su facilidad para las mil caras. En 1987, dirige "El aullido del diablo", coprotagonizada junto con Caroline Munro, en éste film interpreta a ¡8 personajes!

Escribió 40 guiones y dirigió 14 películas, "Mi aportación a la historia de nuestro cine puede que haya sido pequeña, pero existe".

En persona, Jacinto Molina era una persona jovial y encantadora, de mirada amable que sólo se transformaba en volcánico en la pantalla. Físicamente era muy musculoso, iba al gimnasio incluso en sus últimos años.

Dirigió documentales y películas con referencias niponas, contratado por productoras japonesas, incluso mejoró su inglés para rodar en Hollywood, ya que en Estados Unidos seguía siendo famosísimo.

El día 22 de enero se estrenará su penúltimo trabajo: "La herencia de Valdemar" (José Luís Alemán, 2010) El próximo 2010 también se estrena la última participación en un film del gran Paul Naschy. Se trata de la película de Fernando Cortizo "O Apóstolo" (en producción), el primer largometraje español stop-motion rodado con plastilina, en el que Naschy presta su voz, y está previsto se estrene el próximo 25 de julio, en la compostelana Praza do Obradoiro, con la música en directo del genial Philip Glass.

Paul Nascy entró en el Hall of Fame del cine fantástico y de terror junto con Tim Burton, recibió la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes en 2001, fue homenajeado en los festivales de cine de Sitges y de Oporto y recibió el galardón Carl Laemme. La industria española nunca supo que hacer con él, y en los últimos meses un movimiento había solicitado firmas para que recibiera el Goya de honor. Ya no habrá tiempo para enmendar tamaño error.

"La leyenda no la haces tú, la crean los demás" Jacinto Molina Álvarez aka Paul Naschy.